La estrategia industrial actual está basada en dos objetivos: la reducción de los costos de producción y el aumento de las ventas. Las empresas se centran exclusivamente en vender más y producir más barato. 

El principio es lógico. El problema llega cuando para conseguirlo, se reduce la calidad del producto. 

La baja calidad de los productos que adquirimos y la obsolescencia programada están integrados en las cadenas de producción de todos los sectores. Los consumidores estamos metidos en este juego y aceptamos comprar productos de precio bajo para usar y tirar: ropa, comida, electrodomésticos..Mi abuela decía: "para ahorrar, come sano y viste caro", lo que es absolutamente cierto. La comida procesada es insana. Comida simple bien cocinada es mejor para la salud y mucho más económica para el bolsillo. Yo todavía tengo una extraordinaria gabardina que compré hace 20 años. El número de días que lo he llevado hacen que el precio inicial que pagué por él sea mucho más económico que haber comprado uno cada año de precio reducido y calidad mediocre. Cuando era pequeño mis padres compraron un electrodoméstico que duró 30 años. Hoy, los electrodomésticos se cambian cada 5. La obsolescencia programada es dañina para la sociedad: generamos una ingente cantidad de basura y la energía que se necesita para fabricarla es excesiva. La contaminación está fuera de control.

Los CEO de las compañías argumentan que necesitan aumentar el volumen de ventas para mantener la plantilla y un beneficio aceptable. Eso no es cierto. Hay un modelo alternativo igualmente rentable y que ocuparía al mismo número de personas trabajando. Se basa en productos duraderos de máxima calidad. Los precios de venta aumentarán, pero el costo total de utilización de los mismos será siempre menor. La producción se reducirá en volumen. Las ventas, también. Se necesitará menos mano de obra en las fábricas, pero aumentará la mano de obra necesaria para mantenimiento de estos productos, compensando la reducción de personal en las cadenas de producción (que ya en el día de hoy es muy bajo dado el alto nivel de robotización). Menos energía necesaria para producir productos, menos contaminación, mejor calidad en los productos.

¡La obsolescencia programada debe ser erradicada lo antes posible!