Los gobiernos dan subvenciones al sector privado argumentando necesidades estratégicas, apoyo a la cultura u otras razones. Este apoyo al sector privado debe cortarse debido a que:
- Cuesta dinero al contribuyente.
- Va en contra de las leyes del mercado.
- Es una fuente de corrupción.
El Estado tiene que asegurar EDUCACION, DEFENSA Y SANIDAD. Fuera de estos pilares estratégicos, no debe invertirse dinero público. Se pueden aceptar reducciones de impuestos al consumidor para fomentar el apoyo de actividades positivas como la cultura o el costo de la sanidad. Pero nunca pueden aceptarse subvenciones directas a empresas privadas, que siempre son subjetivas e injustas.